Investigadores universitarios mexicanos instruidos por un chamán
Durante el aprendizaje del chamanismo, el futuro curandero debe tomar las hojas de "la María" para "recibir" el don de la curación. Se supone que bajo el influjo de la infusión psicoactiva debe llegar al Cielo y encontrar un árbol que contiene todas las hierbas. Toda vez que esté ante él tiene que platicar con Dios y con los santos acerca la identificación y el uso de las diversas plantas medicinales. Así fue como Don Alejandro aprendió lo que sabe y así es como quería instruir a dos investigadores que fueron en busca de sus conocimientos. José Luis Díaz, del Departamento de Neurobiologia del Instituto de Investigaciones Biomedicas de la Universidad Nacional Autónoma de México y Leander J. Valdés, del área de farmacología de la Universidad de Michigan.
Ambos estudiaron el uso de ska María Pastora en tierras mazatecas a finales de los setentas. Díaz tomó la infusión de Salvia divinorum bajo la supervisión del chamán en seis diferentes ocasiones, reportando un considerable incremento de los efectos de la planta en cada ocasión. Ya que estas plantas nunca se toman sin un propósito válido entre los mazatecas y ya que los visitantes venían "de la universidad", las ceremonias que Don Alejandro les preparó estaban orientadas a la enseñanza. Los investigadores tuvieron que someterse a una dieta ritual durante 16 días antes de poder emprender su primera sesión y nunca lograron acceder al árbol de las hierbas. Lo más cercano que llegaron a ver fueron imágenes de flores, "Flores muy luminosas, ¿no? Como si tuvieran una luz interior." Se vieron en aprietos al tratar de explicarle al consternado chamán que no debía sentirse mal porque ellos no veían lo que él vio:
Exactamente, porque venimos de otro contexto… tenemos una manera diferente de… de ver las cosas, ¿no?… Entonces, por eso tenemos más dificultad para… para ponernos en contacto con Cristo… Y con lo Sagrado, ¿no? A nosotros… a nosotros nos pasan otras cosas ¿no? No debe ver esto como un fracaso, ¿no? Ni suyo, ni menos de la planta, ¿no?… Es sólo que nuestra experiencia es muy diferente porque… bueno, vemos las cosas diferentes, ¿no?… Es importante que… que usted entienda esto, ¿no?… Me siento muy contento… Por… por la experiencia tal como es, ¿no? (3)
Treinta años después otro viaje a Tenango en busca de esquejes de ska pastora
Según José T. Gallego, "aunque parezca increíble, la inmensa mayoría de las plantas de Salvia divinorum que existen fuera de la tierra mazateca han sido reproducidas a partir de los especimenes que Albert Hofmann y Gordon Wasson recogieron de San José Tenango en septiembre y octubre de 1962." (6)
Después de cultivar esquejes de ska pastora comprados en grow shops europeas y de haber consumido hojas durante algún tiempo, José Gallego quiso comprobar "si el clon de Hofmann y Wasson había degenerado o bien mantenía todo su vigor". (6) En virtud de este objetivo viajó en compañía de algún compatriota hasta San José Tenango en septiembre del 2002.
Según relata en una serie de artículos aparecidos en las páginas del número 51 de la revista Cáñamo, después de subir por las laderas empinadas de Tenango sin encontrar nada, un hospitalario campesino mexicano llamado Cristóbal los llevó a ver a Don Benjamín, su compadre, el yerbero de la zona. El curandero mazateca les preguntó para qué querían la planta. Los españoles le explicaron que deseaban llevarla a su país "para estudiar sus propiedades y compararla" con los ejemplares que ya tenían en España, y Don Benjamín les dio algunos esquejes de su propio huerto en donde crecían a la sombra de un cafetal.
Los esquejes llegaron bien a Barcelona y esperamos que próximamente tengamos noticias de los resultados de la comparativa de los ejemplares mazatecos y sus desendientes europeos.
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